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![]() "...El nombre de Maitencillo proviene, al parecer, del rancherío de Los Maitenes, unas pequeñas hijuelas de tierra a la vera de una laguna que vivía de la corta del "tomé" o totora..." |
![]() Para el historiador Benjamín Vicuña Mackenna, el pueblo de Puchuncaví era uno de los terminales del famoso "Camino del Inca", sendero que unía la zona central de Chile con El Cuzco, capital del imperio incaico. En dicha localidad habría residido un "Curaca" o representante directo del Inca, encargado de recolectar los tributos e imponer la autoridad imperial sobre sus vasallos de la región.Durante la colonización española, Puchuncaví fue una reducción indígena, después un centro parroquial y, finalmente, en 1840, se le confinó el título de villa. Entre los mayores atractivos históricos de Puchuncavi cabe destacar su antigua parroquia, Nuestra Señora del Rosario, construída hace más de 300 años y donde se conserva un valioso archivo de la localidad iniciado en 1691. ![]() Desde muy temprano, en la era colonial, las tierras de la zona central de Chile fueron asignadas en propiedad a los más prominentes españoies o sus descendientes. Así, entre los principales latifundios de la costa, figuraban los del valle de La Ligua y Longotoma (con la caleta de Papudo), de Catapilco (con la caleta de Maitencillo) y los de los valles de Puchuncaví y Pucalán (con la caleta de Quinteros). A partir del siglo XVII, del corregimiento de Quillota dependían administrativamente nueve curatos (subdivisiones), entre los cuales figuraban los de Nogales, El Melón, Catapilco, Quinteros y Puchuncaví. En el año 1840, Puchuncaví fue elevado a la categoría de Villa y, a partir de 1883, fue cabecera de provincia. Con posterioridad, en razón de la falta de autofinanciamiento, el pueblo dejó de ser un centro provincial y su comuna fue anexada a la de Quinteros más al sur. Finalmente, en 1925, ambas localidades fueron separadas, constituyéndose en forma independiente la comuna de Puchuncaví. Sin embargo, por decreto presidencial de 1929, las comunas de bajo presupuesto fueron eliminadas, entre ellas la de Puchuncaví, la que como subdelegación dependía de Quinteros. Recién en 1944, pudo crearse de nuevo la Comuna de Puchuncaví. ![]() Al interior de las caletas del litoral central existieron, a su vez, centros de minería del cobre y oro, que se explotaba en los valles y quebradas de la costa. Ya en 1820 existía en Concón una pequeña fundición y, más tarde, se instaló una gran faena aurífera en el estero de Catapilco, con su puerto de embarque en Maitencillo. Sólo recientemente, a partir de fines de los años 1960, la Comuna de Puchuncaví también se fue transformando en una zona más industrial, a partir del complejo conformado por la refinena de cobre, una central termoeléctrica y el puerto de Las Ventanas. ![]() La entonces vida apacible, pastoril y pescadora de Maitencillo vino a transformarse en 1913 con el loteo de terrenos Ilevado a cabo por el propietario del fundo Cerro Colorados Don Ignacio Baltra, que comprendía los sitios hoy ubicados desde la playa "Neves" (Pocitos) hasta Aguas Blancas y la subida que entonces se conocía como "Tacna". La mayoría eran sitios con 20 mts. de frente, que se se extendían desde el mar hasta el cerro lindando con el referido fundo. Otros se ubicaban en la parte superior, lo que actualmente corresponde al resort de Marbella. Maitencillo era, en el siglo pasado, una lejana expresión geográfica, casi de difícil ubicación, pues existen en Chile otros poblados con el mismo nombre. Para identificarlo, era necesario anteponer el nombre de Puchuncavi, por lo que toda correspondencia pasaba previamente por dicha cabecera de comuna. Más adelante,al construirse el ferrocarril del norte, que partiendo de La Calera Ilegaba hasta Iquique, el aislamiento de Maitencillo se vió más aliviado. Aún así, el viaje por tren desde Santiago conectaba primero con La Calera y, luego de un cambio, con la estación de Catapilco, para desde alli viajar hacia la playa primero en carreta y después en automóvil. El primer hotel de Maitencillo funcionó por encargo del Sr. Baltra y en combinación con la promoción del referido loteo de Cerro Colorados en 1913. Sin embargo, su vida fue efímera. Posteriormente vino al balneario desde Nogales Don Edmundo Boulliet, quien asociado con un hermano adquirió en 1930 la propiedad de ia familia Splay y construyó el Hotel Las Rocas en una hermosa ubicación frente al mar, donde funciona hasta hoy día. |